Los riñones son los órganos que se encargan de eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo que muchas veces adquirimos a través de la contaminación en el ambiente, las sustancias químicas que se encuentran en productos procesados como refrescos, alcohol, tabaco, etc., y hasta en los mismos alimentos de origen animal que consumimos a diario. Sin los riñones, todas estas sustancias se acumularían en el torrente sanguíneo y los compuestos que no son aprovechados por el organismo no podrían ser eliminados a través de la orina.
Por estas razones es que se recomienda ampliamente mantener la salud de los riñones en excelente estado, propiciando a que puedan desempeñar su función de la forma más óptima. Cuando los riñones son saturados de estas sustancias químicas pueden sufrir deterioros que llevarían al desarrollo de enfermedades renales, impidiendo llevar a cabo sus tareas y dañando al organismo en general como consecuencia de ello.
Naturalmente, una persona que padece de enfermedades renales, debe evitar el consumo de medicamentos con altas dosis de sus ingredientes activos, pues esto forzaría a los riñones a trabajar a un ritmo mayor. Cuando se dan este tipo de casos, los médicos tienden a suspender o reducir notablemente la medicación de sus pacientes, así como estructurar una dieta a base de alimentos naturales que si bien no curarán la enfermedad, sí ayudarán a que los riñones no sigan deteriorándose con el paso del tiempo. Por lo general, este tipo de regímenes busca reducir o moderar el consumo de ciertos alimentos (aún si estos son naturales), al mismo tiempo que se debe maximizar la presencia de otros.
Alimentos que se deben evitar o reducir en una dieta para cuidar los riñones
- Proteínas: Este tipo de macronutrientes es el que se sintetiza gracias al trabajo de los riñones, por lo que su consumo supondría un esfuerzo extra para ello, pudiendo ocasionar grandes estragos tras su consumo. Por esa razón, es que los alimentos ricos en proteínas, especialmente aquellos de origen animal, quedan estrictamente prohibidos para las personas que padecen de enfermedades renales.
- Grasas y carbohidratos: Los alimentos ricos en grasas y carbohidratos, especialmente los provenientes de los azúcares, tampoco son recomendables. Y es que tras su consumo, el colesterol o la glucosa pueden tener un aumento significativo que llevaría a los riñones a trabajar más para poder deshacerse de todas esas sustancias nocivas para el organismo. Debido a ello, los productos hechos a base de harinas refinadas, alimentos fritos y ricos en azúcar, refrescos embotellados, etc. no se deben consumir.
- Potasio: El exceso de potasio en el cuerpo también puede interferir con las funciones del riñón y llevar a la manifestación de complicaciones. El plátano, los frutos secos, el aguacate, etc., son algunos ejemplos de alimentos que no se incluyen en dietas para la salud del riñón.
- Sal: Los embutidos, salmueras, frituras y una larga lista más de comida chatarra resultan mucho más nocivos cuando se sufre de alguna enfermedad renal, ya que tienen un alto contenido de sal, que no sólo lleva a la acumulación de líquidos e hinchazón del cuerpo, sino también a un aumento en la presión arterial y el riesgo a padecer de hipertensión, que podría causar daños en los órganos internos como el riñón.
En casos más específicos, se debe prestar aún más atención a las dietas. En el caso de las personas enfermas de cálculos renales, se restrige la ingesta de algunos alimentos como la cafeína, el alcohol, el té, las carnes rojas, hígados y sesos de animales, embutidos y más. Algunos de origen vegetal como el chocolate y las espinacas, tampoco deben figurar dentro de la lista de los alimentos permitidos.
Por otra parte, aquellos que tienen insuficiencia renal, también tienen prohibido el consumo de proteínas, a excepción de las que se encuentra en ell queso fresco. Las grasas tampoco se aconsejan, ya sea si estas provienen de animales o vegetales. No obstante, hay que tener en cuenta que no por ello se deben evitar a toda costa, pues las grasas vegetales (en su mayoría) aportan aceites esenciales que mejoran el estado del sistema cardiovascular.
Alimentos para combatir las enfermedades renales
- Agua: Podríamos decir que el agua es el elixir de los riñones, pues gracias a ella su trabajo se simplifica mucho más, ya que las toxinas acumuladas en el cuerpo se eliminan con mayor facilidad, durante un mayor período de tiempo. Lo recomendable es beber dos vasos de agua diario, aunque esto también puede depender de cada persona y su tipo de alimentación. En caso de consumir alimentos ricos en sal, se debe aumentar la ingesta del líquido vital hasta un medio litro extra, aunque es importante mantener ciertos cuidados, especialmente cuando se sufre de hinchazón debido a la acumulación de líquidos, o por tener dificultades para orinar. Cuando se tienen cálculos renales entonces se debe sustituir el agua pura por agua carbonatada, que evita la formación o desarrollo de los cálculos renales de ácido úrico, que se caracterizan por causar cólicos y otros problemas a causa del mal funcionamiento de los riñones.
- Alimentos diuréticos: Los alimentos con propiedades diuréticas, es decir que propician a a la eliminación de desechos a través de la orina, no deben pasar por alto. Algunos ejemplos de ellos las manzanas, la piña, sandía, zanahorias, y claramente, el agua, entre otros. El café y el té, a pesar de que comparten estas características, no se incluyen dentro de la lista dado a que cuentan con dosis de cafeína que supondría un trabajo extra para los riñones.
Si se desea, también se puede mejorar el estado de estos órganos a través de otro tipo de métodos naturales como la fitoterapia, que consiste en la planeación de un régimen a base de plantas y hierbas. Algunos ejemplos, son:
- Infusión de diente de león
- Perejil: Previene la formación de piedras
- Ortiga verde: Su consumo consiste en hervir la hierba en una taza de agua durante quince minutos (para después dejar reposar por otros cinco), tomando la preparación tres veces a la semana, en condiciones de ayuno.
- Tallo de ceretilla: Es ideal para tratar enfermedades renales como las inflamaciones, cálculos, problemas para orinar, dolor, infecciones.
- Cola de caballo: También cuenta con propiedades diuréticas que favorecen a la eliminación de toxinas de forma natural, previniendo además, la aparición de piedras, cálculos biliares, inflamaciones, infecciones en el tracto urinario, y la retención de líquidos.
- Flor de Guazima: Mejoran el estado del hígado y los riñones.
Árnica: Mejora el estado de los riñones, especialmente cuando estos sufren lesiones a partir de golpes fuertes. Se puede consumir en forma de infusiones o aplicar mediante ungüentos.
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