Perder peso es un tarea que sumamente difícil para cualquier persona que se la proponga, y es que para ello, lo más recomendables es someterse a una dieta con un déficit calórico, dejando de lado los malos hábitos alimenticios para consumir únicamente comida saludable, que suele acompañarse de un arduo ejercicio.
Pero no todo acaba ahí, y es que una vez lograda la pérdida de peso, las probabilidades de sufrir el conocido y temido efecto rebote están a la orden del día, pues es aún más difícil mantenerse con ese nuevo peso.
Las causas del efecto rebote
El cuerpo es tan inteligente que al momento de someterse a un cambio drástico, se ve obligado a buscar la manera de adaptarse a las nuevas situaciones para sobrevivir. En este caso, lo mismo pasa cuando reducimos nuestra ingesta calórica, ya que el organismo entra en lo que podríamos llamar modo de ahorro de energía, para gastar la mínima cantidad de calorías con el fin de preservar nuestra salud. En pocas palabras, la tasa metabólica disminuye, y los limitados nutrientes que se ingieren son distribuidos para cubrir las demandas.
Más tarde, al retomar la dieta de siempre, el organismo comienza a guardar una cantidad mayor de energía, como precaución en caso de que ese déficit aparezca en un futuro, nuevamente. Esto también se debe porque hasta este punto, el cuerpo está empezando a recibir los nutrientes que necesita… y un poco más. Esto significa que entre mayor sea la pérdida de peso, el efecto rebote llegará con mayor seguridad.
¿Cómo evitar el efecto rebote?
Las maneras de evitarlo son bastantes, y es aún más cuando ya se tiene una idea precisa acerca de las causas. En resumen, estos son los tres puntos que debes tener en cuenta para no caer en el efecto rebote.
- Evitar las dietas restrictivas: Pues este es el principal factor del cual cuidarse. Al momento de adoptar nuevos hábitos alimenticios, lo más recomendable es reducir el consumo calórico en un máximo de 500 calorías menos para que el cuerpo no sienta el cambio abrupto.
- No a las dietas milagro: Recuerda que perder peso es un proceso que requiere de tiempo y por tanto, de paciencia. No vas a perder los kilos que has ganado en los últimos años, con sólo días de sacrificio. Las dietas milagro no hacen otra cosa mas que perjudicar severamente la salud, así que mejor hay que evitarlas.
- Complementar con actividad física: Y por último, si bien con solo alimentarse bien hay una gran probabilidad de notar resultados asombrosos, el ejercicio ayuda a ganar resistencia física y con algunos por ejemplo, el levantamiento de pesas, se maximiza la quema de grasas y se previene que gran parte del peso perdido sean músculos en lugar de grasas.
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