El entrenamiento diario es indispensable para tonificar el cuerpo, sacar músculo, perder peso o para muchos otros beneficios qué aportar al cuerpo, beneficios individuales pero que se pueden hacer en equipo para sacar más ventaja o bien, simplemente por diversión; pero ¿es esto bueno? El dicho “mejor solo que mal acompañado es válido en muchos casos, pero ¿también lo es aquí? A continuación analizamos las principales ventajas y desventajas de entrenar solo o acompañado.
Ventajas de entrenar solo
Ahorro sustancial de tiempo: Sin esperas prolongadas para que el compañero o compañera esté listo, tampoco para compartir las máquinas, entre otros.
Mejor organización: La organización individual se hace en base a las necesidades, eventualmente de cada persona y no depende de la sincronización del tiempo libre de una o más personas. Las rutinas también se planean con mayor facilidad.
Sin distracciones: Las pláticas son nulas, por lo que la concentración aumenta, de esta forma, los ejercicios, tiempos de descanso y demás factores se hacen con mayor certeza.
Desventajas de entrenar solo
Dificultad para progresar: Hay ejercicios que simplemente son difíciles de realizar por sí solos, o a veces son hasta imposibles, por ello se requiere de una ayuda extra que fácilmente encontraremos en el compañero de entrenamiento
Falta de motivación: A ves los mismos miedos o penas, principalmente en novatos, se hacen presentes en cualquier momento. El aburrimiento juega un papel importante y al final del día ocasiona el desinterés en el entrenamiento.
Ventajas de entrenar acompañado
Más dinamismo: Dos cabezas piensan mejor que una, eso es un hecho. Al entrenar en grupo se aprende mejor, se desarrollan técnicas nuevas y el entrenamiento puede ser más eficiente.
Más motivación: La motivación para lograr el objetivo final es mayor, al fin y al cabo, todos queremos ser el mejor en algo.
Desventajas de entrenar acompañado
Desorganización: Por otra parte, entrenar acompañado, sobre todo cuando hay más de dos personas puede ser perjudicial para la correcta organización, provocando un caos y que al final del día nadie saque provecho del entrenamiento.
Distracciones: Claramente, las distracciones aumentan con la charla, el relajo, etc. El ejercicio queda en segundo plano, los tiempos de descanso se prolongan y un sin fin de percances similares también aparecen.
Retos: Así como los retos son motivantes para hacer más ejercicio, hay ocasiones en las que sucede todo lo contrario, provocando que los participantes realicen sus rutinas de forma incorrecta, levantando más peso o bien, perdiendo la técnica en cada repetición.
Al final del día, cada tipo de entrenamiento tiene sus pro y sus contras; luego de analizar cada uno de los escritos arriba (y también los que no enlistamos), ya es decisión de cada uno si entrenar solo o acompañado, pues así como ya se conocen los posibles riesgos, será más fácil evitarlos y mejor la eficiencia en los entrenamientos.
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