Últimamente mucha controversia ha habido acerca del Yoga y cómo es si este en realidad cuenta como un ejercicio. Bien, para saber eso, debemos entender que si bien el Yoga es una práctica milenaria que puede llevar a quien sea que la pone en marcha hacia un estilo de vida más saludable y equilibrado, tanto física, como mental y espiritualmente, no puede ser considerado como un ejercicio.
Es muy cierto que durante el Yoga, específicamente en el Hatha, que es el más conocido a nivel mundial, se realizan diferentes poses que involucran todo el cuerpo; lo que se puede considerar como una manera de ejercitarse y activar el metabolismo. Sin embargo, la realidad es otra y es que todos estamos de acuerdo en que si comparamos esta variante [El hatha] con otras, no es lo suficientemente intensa como para considerarse una forma de ejercicio a pesar de que según muchos medios especializados como el Yoga Journal, ofrece muchos mejores beneficios que el resto de sus contrapartes.
El Yoga como parte de los 30 minutos de ejercicio recomendados al día
Sabemos de antemano que para mantener un cuerpo sano y estético se recomienda realizar por lo menos 30 minutos de actividad física cada día. Esta marca fue establecida por el American College of Sports Medicine y el American Heart Association.
Para responder a la pregunta sobre si el Yoga en verdad puede ser considerado como una forma de ejercitarse, ambas instituciones realizaron una extensa revisión de 17 estudios publicados a lo largo de los años, encontrando que el Hatha Yoga, con excepción de algunos movimientos o poses realizados en las diferentes sesiones, se trata más de un ejercicio de actividad física ligera.
Con esto, se llegó a la conclusión de que en efecto, este tipo de Yoga no debe ser practicado con el pretexto de encontrar una solución a los ejercicios de mayor intensidad como lo pueden ser el levantamiento de pesas, crossfit, running, calistenia, etc. Y tiene mucho sentido, pues si nos ponemos a recordar, el Hatha Yoga requiere de movimientos conocidos como asanas o posturas que han sido diseñados para mejorar la salud de la piel, los músculos y los huesos, así como abrir diferentes canales del cuerpo y permitir que la energía fluya de manera libre. Es por esa razón que en esta disciplina no podremos obtener ninguna de las ventajas cardiovasculares que nos ofrecerían otro tipo de ejercicios, lo que nuevamente nos lleva a concluir que ciertamente, el Yoga no puede ser considerado como un ejercicio real.
Los diferentes tipos de Yoga
Si eres una persona interesada en la práctica del Yoga, debes tener en cuenta que la disciplina tiene sus variantes y que en este caso, la información explicada más arriba se refiere únicamente al Hatha Yoga. No obstante, entre el resto de las prácticas podemos encontrar otras que sí nos pueden ayudar a nivel cardiovascular de manera que son excelentes para practicar como una forma de ejercitarse al mismo tiempo que se logra el equilibrio físico, mental y espiritual que buscamos.
Hatha Yoga
El Hatha Yoga del que hemos hablado en todo el artículo es considerada como la disciplina física del Yoga. Se caracteriza por ser un tipo de práctica más tranquila y que se basa más en realizar unas cuantas poses, enfocándose específicamente en ellas.
El hatha yoga involucra posturas (asanas), control de la respiración (pranayama) y meditación (dhyana).
Bikram Yoga
Por otra parte podemos encontrar el Bikram yoga que se realiza en un cuarto caliente, ya que su objetivo es el de eliminar las toxinas del cuerpo a través del sudor. Por esa razón es que algunos se refieren a ello como el hot yoga, aunque claro, no en un mal sentido.
Fue diseñador por Bikram Choudhury en la década de los 70, en los que se realiza un total de 26 posturas específicamente creadas para su propósito.
Yoga restaurativo
El Yoga restaurativo tiene como objetivo eliminar el estrés del cuerpo y se caracteriza por el uso de materiales que normalmente no se utilizarían en el resto de las variantes. Sin embargo, el propósito de estos complementos es precisamente el de ayudar el cuerpo a realizar diferentes poses que normalmente no serían posibles.
El yoga restaurativo es muy popular para practicar únicamente los fines de semana al aire libre o incluso por la noches.
Vinyasa Yoga
Se trata de la variante que utiliza movimientos mucho más rápidos, lo que significa que para pasar de una pose a otra no se deben realizar ni siquiera pequeños descansos entre cada una. Involucra más la resistencia cardiovascular.
Debido al ritmo más elevado que requiere, antes de su práctica se recomienda más empezar con unas clases del clásico yoga para empezar a familiarizarse con las poses y así no tener problemas a la hora de seguir al resto de la clase.
Yin Yoga
Se trata de un tipo de Yoga bastante relajado que consiste en realizar diferentes posturas mientras se está sentado. Esto se hace con el fin de liberar la tensión de los músculos al mismo tiempo que se mejora la flexibilidad y se logra una mente más relajada y concentrada.
Entonces, ¿vale la pena practicarlo? Conoce todos sus beneficios
Por supuesto, si bien el Yoga no se realiza con la suficiente intensidad como para ser considerado como un ejercicio que pone a prueba y por tanto, mejora la resistencia cardiovascular, sí que ofrece otros beneficios a la salud que a continuación te comentamos, pues debes tener en cuenta que el cuerpo es tan complejo y maravilloso que no solamente depende la resistencia física para funcionar adecuadamente.
El yoga para mejorar la fuerza y la resistencia
Un estudio realizado publicado en el International Journal of Yoga tomó a un total de 71 individuos que presentaban características de un cuerpo saludable. Se les pidió realizar una sesión de Yoga de una hora todos los días a lo largo de 12 semanas. Al finalizar el periodo se encontró que todos habían mostrado mejoras en la flexibilidad y la fuerza muscular a pesar de las variaciones de edad de cada uno de ellos.
Si bien como ya hemos mencionado el Yoga no puede ser considerado como un ejercicio cardiovascular, sí que puede mejorar la resistencia al momento de practicar running o natación. La práctica constante de yoga se ha realizado con una mejora en la resistencia cardiorrespiratoria ya que reduce el ritmo cardiaco en estado de reposo, al mismo tiempo que aumenta el VO2 máx (capacidad máxima en el consumo de oxígeno), lo que determina por cuánto tiempo y a qué intensidad el cuerpo es capaz de realizar alguna actividad.
El yoga para el control de las emociones
Sabemos que durante el ejercicio se liberan hormonas como las endorfinas que ayudan a tener una mejor sensación de sí mismo, aumentado mucho el autoestima y la felicidad.
Si bien el yoga no se le considera como un ejercicio, se ha demostrado en diferentes ocasiones que puede ayudar considerablemente al control de las emociones, repercutiendo directamente en la felicidad de quienes lo practican.
Esto fue demostrado en un estudio dirigido por la doctora Patricia Anne Kinser que pidió a un grupo de mujeres a participar en una sesión diaria de hatha yoga durante dos meses. Luego de cada clase, todas mostraban un mejor humor y bienestar, mientras que al finalizar el período de ocho semanas, todas habían mostrado una impresionante mejoría en la reducción de sus síntomas de la depresión.
Por otra parte también se encontró en un estudio diferente que el Yoga sería un excelente complemento para los medicamentos de pacientes diagnosticados con esquizofrenia, desórdenes del sueño y niños con el síndrome de déficit de atención e hiperactividad.
El yoga para mejorar el rendimiento cerebral
Existe otro estudio que sugiere que las personas que practican yoga tienen una significativa mejora en el rendimiento cerebral, específicamente en los que llevan a cabo las técnicas del hatha yoga como lo son las posturas, los ejercicios de respiración y meditación.
El yoga para reducir el estrés y la fatiga
El hatha yoga se ha demostrado como una de las mejores disciplinas para reducir el estrés. Hay estudios que demuestran que realizar una sesión de 90 minutos todos los días es más que suficiente para reducir la producción de la hormona cortisol y controlar el ritmo cardíaco.
En cuanto a la fatiga, se ha encontrado que aquellas personas que superaron el cáncer de pecho mejoraron notablemente su estilo de vida al empezar a practicar yoga de manera frecuente, debido a que con las técnicas empleadas se puede reducir la inflamación crónica y por tanto, la fatiga, que suele ser uno de los efectos colaterales del padecimiento.
El yoga para mejorar el equilibrio
Y como no podría ser de otra forma, el yoga es excelente para equilibrar el estado físico, emocional y espiritual. Esto se ha sabido durante años y es por ello que la práctica de esta disciplina se ha popularizado cada vez más aún a pesar de la antigüedad de la misma.
En conclusión
Si bien como ya te hemos comentado, el Yoga no se puede considerar como un ejercicio que se emplee durante los 30 minutos recomendados por el American College of Sports Medicine y el American Heart Association, sí que se puede usar como un complemento a los ejercicios de toda la vida, pues ya conocemos cuáles son los principales beneficios de practicarlo de forma regular.
Aunque es cierto que para muchas personas puede resultar difícil practicar más de una disciplina debido a la falta de tiempo ocasionada por el resto de las actividades y obligaciones diarias, se puede emplear como alternativa para los días de descanso o incluso antes o después de una buena rutina de HIIT que por lo general no lleva más de 30 minutos, pero que a pesar de ello sí aporta grandes beneficios al sistema cardiovascular, además de ayudar a la creación de masa muscular.
¿Tienes alguna duda o comentario? Expertos lo responderán en las próximas 24 horas.