Glucosamina: suplementación para las articulaciones

Además del colágeno; los tendones cartílagos y ligamentos se componen también de sulfato de glucosamina, un precursor de los glucosaminoglucanos que el cuerpo es capaz de generar por sí mismo, a partir de un azúcar y un aminoácido; la glutamina.

La glucosamina en la medicina

Se ha observado que esta última es vital para la estimulación en la producción de cartílagos articulares, evitando su descomposición. Además se le relaciona con la fabricación de ácido hialurónico, que se trata de un lubrificante y nutriente para el articular mayor.

Algunos estudios han demostrado que la glucosamina sirve para retrasar la progresión de la artritis y reducir el dolor que se causa a partir de este padecimiento, lo que conlleva a una mejor movilidad en las articulaciones. Otro punto destacable es que sólo llega a causar un efecto placebo.

¿Para que sirve la Glucosamina?

Como tratamiento de la artritis

Un estudio llevado a cabo en 2001 tomó a un grupo de dos personas. Al primero se le administraba diariamente, un total de 1500 mg de glucosamina, mientras que al segundo se le administró un placebo a lo largo de tres años, en ambos casos. Los sujetos estudiados padecían de artritis en la rodilla, y al final del estudio se observó que quienes tomaron el compuesto real, mejoraron en un 24% los parámetros de movilidad dolor, mientras que en el grupo restante se observó un deterioro del 9%; sin embargo, había que tener en cuenta que los resultados podrían variar en torno a las opiniones subjetivas.

En ese mismo estudio se midieron parámetros más objetivos, tales como la amplitud del espacio interarticular. Una amplitud menor significaba una mayor degeneración en la articulación y el cartílago, provocando que al final, el hueso chocara contra la articulación. Los sujetos que tomaron glucosamina la amplitud se redujo únicamente en 0.06 mm, mientras que aquellos que tomaron el placebo, mostraron una reducción de 0.31 mm.

Como tratamiento para el dolor de espalda

Otro estudio puso a prueba la eficacia de la glucosamina para tratar el dolor de espalda. Se le solicitó a un grupo de 17 personas sedentarias con problemas en esta zona del cuerpo que tomaron glucosamina diariamente a lo largo de doce semanas. Al finalizar el período, 8 del total advirtieron la mejora en su calidad de vida.

Sin embargo, esto consternó a muchos científicos, debido a que el compuesto no actuaba de la misma forma en todas las personas, lo que llevó a la realización de otro estudio para determinar la razón, llegando a la teoría de que algunos tienen mayores dificultades para aumentar sus niveles intraarticulares de glucosamina después de ingerirla oralmente, que a pesar de que su absorción se lleva a cabo hasta en un 90%, apenas el 0,4% se encuentra en las articulaciones.

Como medida a este problema se comenzaron a optar por la producción de cremas ricas en este compuesto. A lo largo de 8 semanas, un grupo de sujetos que padecía de artritis en la rodilla se aplicaron esta crema hecha a partir de glucosamina, condroitina y alcanfor llegando a demostrar una disminución del dolor en todo el cuerpo. Por supuesto, se tomó otro grupo para comparar; a los cuáles se les administró un placebo, y se observó un alivio de más del doble de importancia en quienes habían recibido el producto real.

La glucosamina para mejorar en el GYM

Luego de realizar varias pruebas en caballos de carrera (al igual que se ha hecho con cientos de suplementos), la glucosamina llegó a su cúspide de utilización en deportistas, luego de ver los resultados positivos que aporta en quienes padecen de artritis; sin embargo, había que tener en cuenta que las diferencias entre la degradación articular que se produce en las personas con este padecimiento y en aquellos que acostumbran a practicar deporte de forma constante, no son las mismas, o al menos todavía no hay ningún estudio que pueda demostrar lo contrario.

En caso de utilizar la glucosamina para reducir la degradación de las articulaciones, asociada con el envejecimiento, podría también utilizarse para evitar el mismo problema causado al cartílago dañado por seguir el mismo gesto, o al menos es lo que la lógica nos indica, no obstante, los estudios científicos demostraron que esto no ocurría así, y por tanto, los atletas no se veían beneficiados con su ingesta.

Una prueba realizada a un grupo de militares con dolor en la rodilla o espalda mostró una mejor al consumir 1.5 g de glucosamina + 1.2 g de condroitina, a lo largo de 16 semanas, aunque no se observaron mejoras en el rendimiento físico.

Dosis de suplementación con glucosamina

Lo que se puede concluir a partir de la información mostrada más arriba, es que la glucosamina es más eficaz para prevenir la degradación del cartílago articular, que al regenerar la materia que ya ha sido dañada. Y ahí es donde radica otro problema, puesto que la mayoría de los atletas empiezan a sentir la necesidad del consumo de este compuesto, luego de varios días o semanas de dolor en las articulaciones.

Esto quiere decir, que en el mejor de los casos, se sugiere utilizar la glucosamina como sustancia para prevenir el desgaste de las articulaciones, y sus dosis podría variar según el nivel y tiempo de entrenamiento.

Como suplemento, se recomienda hacer uso del sulfato de glucosamina y la N-acetil-glucosamina. Debido a que las personas que padecen de artritis parecen beneficiarse con 1500 mg del compuesto diariamente, se recomienda hacer lo mismo para los atletas, distribuyendo la cantidad total en tres dosis de 500 mg a lo largo del día; aunque repitiendo, todavía no hay pruebas definitivas que demuestren su capacidad.