Como acelerar tu metabolismo para adelgazar rapido

Empezar en el mundo del fitness y no hablar del metabolismo es como acampar en el bosque y no pensar en los árboles. Y es que el metabolismo es definido como un proceso físico-químico que se lleva a cabo en el cuerpo y cuya función es la de “procesar” (por usar un término simple) los alimentos ingeridos para aprovechar sus energías y nutrientes.

Prácticamente el metabolismo se encarga de regular nuestras funciones diarias por lo que su papel es fundamental para mantener una vida equilibrada. A mayor ratio metabólico mayor será el consumo energético y asimilación de nutrientes, y por ende, mayores y mejores resultados en todos los aspectos de la vida: el rendimiento intelectual, físico, emocional, etc.

Al mismo tiempo, hablar sobre el metabolismo viene con el paquete hablar sobre la combustión de grasas, y es que como se menciona más arriba, es el proceso que se encarga de aprovechar las energías que se encuentran en los alimentos. Una persona con mejor tasa metabólica podrá utilizar mayores reservas de grasas, puesto que requiere de más energía para mantener sus funciones vitales, desde las más básicas (como pensar o respirar) hasta las más complejas (digerir los alimentos, reparar tejidos dañados, etc).

De ahí la razón por la que hablar sobre metabolismo es tan importante cuando iniciamos nuestra vida deportiva, pues en resumen, una mejora en este nos ayudará a obtener resultados más óptimos.

Pero boostear un metabolismo no es cosa fácil, de hecho, requiere de múltiples factores que se involucran al mismo tiempo para mostrar una mejora notable en la manera que el cuerpo realiza todas sus funciones relacionadas a ello.

Por esa razón, a continuación vamos a enseñarte 5 puntos con los que podrás acelerar tu metabolismo de forma impresionante. No importa si tu objetivo es perder grasa, ganar músculo o simplemente volverte un mejor atleta, en cualquiera de los casos te verás beneficiado por estos consejos, así que toma nota y pon en práctica lo aprendido cuanto antes.

1. Aumenta el volumen muscular

En múltiples ocasiones se ha hecho mención acerca de que el músculo es un tejido metabólicamente activo, es decir, que requiere de mucha energía para poder mantenerse en el cuerpo, a diferencia de la masa grasa que simplemente se acumula en el cuerpo esperando a ser utilizada en algún momento.

Por ende, aumentar el volumen muscular es el primer paso a tener en cuenta cuando se busca mejorar el ratio de la tasa metabólica. Aquí es donde los entrenamientos con cargas desarrollan un papel fundamental, ya que es través del trabajo pesado que los músculos pueden desarrollarse, como parte un mecanismo de defensa para sobrevivir en un entorno “hostil”. Al tener una mayor masa muscular el metabolismo basal aumenta y por tanto el consumo calórico del cuerpo se hace mayor, permitiendo que la combustión de grasa, incluso estando en reposo sea mucho más efectiva en comparación a una persona promedio.

Hay diferentes formas de someterse a un entrenamiento con cargas, siendo que la más común es mediante ejercicios con pesos externos realizados en el gimnasio, no obstante, debemos tener en cuenta que otras disciplinas como la calistenia, que además de que en un principio es igual de efectiva para el aumento de la masa muscular, nos ayudará a aumentar los niveles de fuerza en un porcentaje mayor.

2. Mejora tu alimentación

Bien sabemos que para lograr cualquier objetivo relacionado con el fitness lo mas importante es seguir una alimentación balanceada de acuerdo a las necesidades de cada persona.

Alguien que entrena con mucho esfuerzo pero que lleva un regimen dietetico pobre y descuidado, muy pocas probabilidades de éxito tendrá, pues es a través de los nutrientes que el cuerpo puede realizar sus funciones internas de manera adecuada para mostrar resultados óptimos exteriores.

La manera más recomendada en la que podemos mejorar nuestra alimentación es precisamente en el tipo de alimentos que consumimos. Lamentablemente, hoy en día es mucho más fácil el acceso a la comida chatarra como la bollería, frituras y refrescos azucarados que a un buen plato de verduras o alguna carne magra, libre de sustancias químicas como conservantes, pesticidas, etc. Sin embargo, esto no quiere decir que alimentarse bien sea imposible, pues sólo basta realizar las compras con inteligencia y optar por los productos naturales, de preferencia (aunque no es mandatorio), aquellos que vienen sellados con la etiqueta “orgánico” en el empaque.

Pero comer inteligente, con el fin de mejorar el metabolismo no se refiere únicamente a comer natural, sino también a comer de manera estratégica, es decir, consumir los nutrientes adecuados de acuerdo a un objetivo en particular. Para poner un ejemplo podemos tomar el caso de un deportista que busca eliminar el excedente de grasa del cuerpo. Por extraño que parezca, la estrategia más recomendada a seguir es llevar una dieta alta en grasas saludables y proteínas, lo que permitirá que el cuerpo entre en un estado de cetosis donde la grasa acumulada actuará como principal fuente de energía.

3. Mejora tus hábitos de consumo

Quizás pueda parecer un poco redundante, pero lo cierto es que mejorar los hábitos alimenticios no sólo se refiere a aprender a comer los alimentos más naturales y con mayor valor biológico. En este aspecto también debemos tener en cuenta que importan mucho otros factores como masticar, tener un horario de comidas, realizar ayunos, etc.

Aunque parezca difícil de creer, las personas que sufren desórdenes alimenticios, inclinándose hacia un consumo calórico más alto, pueden deber su causa al hecho de no masticar bien la comida, ya que con este pequeño, pero muy importante detalle se logran grandes beneficios como mejorar la digestión de los alimentos, el aprovechamiento de los nutrientes y la separación de las sustancias tóxicas, factores que, en conjunto, ayudan a tener un metabolismo mucho más rápido.

Otro punto a tener en cuenta es el consumo de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco de los cigarrillos comerciales que, como ya podemos imaginar, están cargados de sustancias que únicamente dañan al cuerpo y ocasionan cambios metabólicos contraproducentes.

Realiza entrenamientos por las mañanas

Durante muchos años la controversia hacia el entrenamiento en ayunas ha sido un punto de mira para muchos atletas y expertos en la actividad física, especialmente cuando se habla acerca del cardio. Esto se debe principalmente al hecho de que muchos deportistas creen que realizar esta práctica de manera regular podría llevar a la pérdida de masa muscular o incluso a la ganancia de masa grasa, lo que llevó a su eventual rechazo por la mayoría de la comunidad fitness, claro, de manera equívoca.

Y es que a pesar de que son muchas las opiniones al respecto, también los son los estudios que han llegado a la conclusión de que el cardio en ayunas, al menos en personas que tienen un peso corporal dentro del margen adecuado, es benéfico para mejorar la quema de grasas a lo largo del día. Esto es importante de destacar, pues como debemos saber, las calorías que se queman a la hora de entrenar no son tan relevantes como aquellas que se queman durante las horas siguientes de haber finalizado los entrenamientos.

Atrás deberían quedar ya, esos pensamientos de repudio hacia el entrenamiento en ayunas, pues la posibilidad de la pérdida de masa muscular es, cuando mucho, íntima y por lo tanto no debería haber razón para preocuparse. Esta idea se respalda bajo el hecho de que si bien el glucógeno se usa como principal fuente de energía, debemos tener en cuenta que el hígado es capaz de almacenar grandes cantidades de este. Además de ello, el cuerpo también puede utilizar tanto la glucosa en la sangre como la grasa al mismo tiempo, teniendo una mayor inclinación hacia esta última y por tanto, extendiendo así el uso de la glucosa para evitar que el glucógeno hepático se use como fuente de energía, llevando el efecto catabólico a lo más mínimo posible.

Entrena con mayor intensidad

Cuando hablamos de quemar grasas el cardio es considerado como la alternativa por excelencia, siendo que en realidad existen métodos muchos más eficaces para deshacerse del excedente calórico acumulado en el cuerpo.

En este caso, la opción que se posiciona por sobre todas es el HIIT, o Entrenamientos por Intervalos a Alta Intensidad, por sus siglas en inglés, con el que es posible quemar más calorías en una sesión de 15 minutos que en un entrenamiento de cardio regular por 40 minutos. Pero ojo, que esta premisa no se refiere a que con el HIIT se tenga un consumo calórico descomunal en tampoco tiempo, sino que aquí es donde se hace presente el hecho de que importan más las calorías quemadas a lo largo del día que las quemadas durante el entrenamiento.

Al realizar una sesión de HIIT se desencadena en el cuerpo un efecto conocido como EPOC y que se refiere al Consumo de Oxígeno Pöst-Entrenamiento (por sus siglas en inglés) y que se trata de un proceso que lleva al organismo a tener un mayor consumo energético al requerir de más oxígeno durante las horas siguientes al ejercicio. De esta forma, el HIIT y por consecuencia, el EPOC, se puede interpretar como la forma definitiva para quemar grasa mientras vemos televisión.

Eso sí, hay que tener en cuenta que el HIIT es un método de entrenamiento bastante intenso y que por tanto, bajo ninguna circunstancia se recomienda su ejecución por personas que sufren de problemas cardíacos, sobrepeso o que gozan de una condición física baja.

Conclusiones

Como ya podrás imaginarte, tener un cuerpo saludable cuesta, y no sólo económicamente, sino también física y mentalmente. Cuando se trata de perder grasa hay muchos factores que deben tener en cuenta para alcanzar el éxito total de manera progresiva y así no estancarse para tirar la toalla cuando ya se está a mitad de camino. A pesar de lo complicado que puede resultar en un principio, a la larga, verás que conociendo todos los secretos (que no deberían ser secretos) para la quema de grasas efectiva, no representarán ni el más mínimo obstáculo para cumplir tu objetivo.