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18 signos de que tienes un metabolismo lento

Una de las preocupaciones más recurrentes en las personas que buscan la pérdida de grasa de forma óptima, se relaciona mucho con la salud del metabolismo, y es que como ya es bien sabido, a mayor ratio en la tasa metabólica, mayor será la capacidad del cuerpo para utilizar las grasas como fuente de energía, llevando a una eventual pérdida de tallas, junto con otros beneficios para la salud.

La velocidad a la que nuestro metabolismo utiliza sus energías depende mucho de la genética, aunque como dicen por ahí; esta sólo predispone y tener un metabolismo rápido, incluso en las personas menos privilegiadas, puede convertirse en una tarea fácil, siempre y cuando se ponga mucha atención a la alimentación, además de realizar ejercicios de alta intensidad como el HIIT o los entrenamientos de fuerza  que favorecen al efecto EPOC y la construcción de masa muscular, respectivamente.

Otros factores que influyen en qué tan rápido es el metabolismo son la edad, el género y el estado hormonal del organismo. Estos, lamentablemente, quedan siempre fuera de nuestro control, aunque no son determinantes.

¿Cuándo debemos preocuparnos por tener un metabolismo lento?

En la otra cara de la moneda está la preocupación acerca del metabolismo lento, y es que una persona también puede verse afectada metabólicamente por diversas razones como las ya mencionadas anteriormente, no dependiendo únicamente de la genética.

Aunque resulte difícil de creer, lo cierto es que los casos de un metabolismo atrofiado son bastante comunes y esto sucede incluso en personas que en un principio nacieron con una genética privilegiada. Las razones que dan paso a un estado deplorable del metabolismo dependen de una mala alimentación, la falta de sueño, el estrés constante y hasta un estilo de vida sedentario. Este sin duda es un tema de preocupación, ya que ello repercute en el organismo negativamente, no sólo en cuanto a acumulación de grasas se refiere, sino también en la manera que el cuerpo realiza sus funciones vitales como la producción de células o procesos reparadores como la eliminación de toxinas y regeneración de tejidos.

Existen casos que también se deben puntualizar como el hecho de personas que cada vez requieren hacer más ejercicio para quemar el mismo número de calorías que gastaban en un principio. Esto no necesariamente debe atribuirse a una falla en el metabolismo, sino a que el cuerpo se vuelve cada vez más eficiente para a la hora de usar sus energías; aunque este es un tema del que vale la pena hablar aparte.

Por esa razón es importante conocer cuáles son los principales signos que nos indican que tenemos un metabolismo lento y así ponernos manos a la obra para boostearlo nuevamente y poder empezar a eliminar las grasas eficazmente.

  1. Bajos niveles de energía: Los bajos niveles de energía se hacen presentes, por lo que quien padece de ello puede sentir menos ánimo para llevar a cabo sus actividades físicas diarias, teniendo graves problemas incluso para salir de la cama.
  2. Fatiga constante: Un metabolismo lento trae como consecuencia una sensación de cansancio que parece no desaparecer a pesar de tener un buen consumo de alimentos o dormir 8 horas al día.
  3. Baja temperatura: Dado a que muchas de las funciones del cuerpo dejan de operar al 100%, la temperatura del mismo se hace mucho más fría con el fin de ahorrar energías.
  4. Cabello delgado: Probablemente, esto se deba a una reducción en las funciones que permiten la regeneración de tejido. En algunos casos también es posible experimentar la pérdida del mismo.
  5. Piel reseca: La piel se ve afectada debido al hecho de que los nutrientes dejan de distribuirse adecuadamente, tornándose seca y con roturas a lo largo de la misma.
  6. Bajo libido sexual: Tanto hombres como mujeres pierden el interés en el sexo al tener un metabolismo lento.
  7. Periodos irregulares: Muchas mujeres experimentan retrasos en sus períodos cuando tienen un bajo ratio metabólico debido a que el entorno hormonal cambia drásticamente.
  8. Uñas frágiles: Las uñas se tornan mucho más frágiles al grado de que llegan a romperse con aparente facilidad, sin mencionar que también tardan mucho más tiempo de lo normal en crecer. Esto se debe a la interrupción en los procesos que se encargan de la regeneración de tejidos.
  9. Problemas para dormir: Algunas personas llegan a sufrir de problemas para conciliar el sueño, aunque esto más bien puede tratarse de un efecto indirecto provocado por el estrés del cuerpo.
  10. Problemas intestinales: El tracto digestivo también se ve afectado cuando se sufre de un metabolismo lento. En primer lugar porque la digestión de los alimentos requieren de mucha energía para poder llevarse a cabo. Otra de las razones tiene que ver con el estado emocional de la persona, y es que el estrés, al igual que el sueño, también afecta al tracto digestivo.
  11. Hinchazón después de comer: La hinchazón después de realizar una comida es muy común en estos casos debido a que el cuerpo no logra asimilar la mayor parte de los alimentos ingeridos, dando paso a un vientre mucho más abultado.
  12. Desestabilidad emocional: El estrés constante que el cuerpo sufre, producto de un metabolismo alterado, puede llevar al desarrollo de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.
  13. Sensación de orinar con mayor frecuencia: Aunque no en todos los casos, sí se han encontrado muchos ejemplos de personas que dicen tener una mayor sensación en las ganas de orinar.
  14. Sed excesiva y boca seca: Por otra parte, hay personas que comienzan a tener episodios de excesiva sed y la sensación de tener la boca seca aún a pesar de llevar una hidratación adecuada.
  15. Problemas para perder peso: Por supuesto, los problemas exteriores a nivel físico que más se hacen presentes tienen que ver mucho con el peso, y es que al tener un menor consumo energético, también se ve afectada la capacidad para eliminar la grasa acumulada.
  16. Problemas de concentración: El cerebro es uno de los órganos que mayor energía demanda y por esa razón, cuando el cuerpo tiene problemas para asimilar las calorías provenientes de la comida, el cerebro se ve afectado, dificultando la capacidad de concentración y para resolver problemas cotidianos.
  17. Desarrollo de alergias e hipersensibilidad: Las personas con un metabolismo lento pueden contraer alergias con mucho más facilidad al ser más sensibles a los cambios del medio ambiente o los agentes nocivos que en él se encuentran.
  18. Mayor propensión a enfermarse: Esto se debe a que el trastorno de metabolismo lento se refleja en la baja de las defensas del sistema inmunológico, haciendo que las personas sean más susceptibles a contraer enfermedades o infecciones.

¿Cómo aumentar el metabolismo?

Claramente, tener un metabolismo lento es un estado de alerta para quien lo padece, por lo que en caso de padecer varios síntomas simultáneamente, sobre todo si te cuesta salir de la cama y perder peso, entonces deberías consultar a un médico especialista para solicitar ayuda.

Aún así, en el sitio puedes encontrar algunos artículos que te ayudarán a tener un metabolismo más rápido, ya sea a través del consumo de ciertos alimentos que dan paso a la termogénesis, o mediante la ejecución de ejercicios que favorecen al crecimiento de la masa muscular como los entrenamientos de fuerza, además de aquellos que propician al efecto EPOC como el HIIT.

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