Tener una sonrisa en la cuál presumir una dentadura blanca y brillantes es una clara señal de buen estatus social, pero también lo es de higiene y salud, sin duda una meta que muchos se proponen a lograr, pues aunque puede ser un poco difícil de aceptar, con el pasar del tiempo los dientes van perdiendo es blancura, tornándose de un color amarillento que resulta menos agradable.
Aunque acudir al dentista para una limpieza bucal y blanqueamiento de los dientes es la mejor y más recomendable de las soluciones, cabe resaltar que no todos tienen la facilidad para desembolsar grandes cantidades de dinero en estos tratamientos. Sin embargo, siempre podemos contar con el uso de remedios caseros y mejorar ciertos hábitos para que nuestra sonrisa siempre luzca sana y brillante.
Mejorando los hábitos alimenticios
Lo primero es siempre mejorar los hábitos alimenticios, puesto que existen múltiples alimentos y bebidas que por sus compuestos tienden a teñir los dientes de forma más rápida: los refrescos embotellados, el café y las bebidas alcohólicas como el vino y la cerveza son definitivamente los principales productos que debemos que evitar o al menos disminuir su consumo.
Por otra parte, el seguimiento de dietas ricas en frutas y verduras, principalmente en espinacas, manzanas o brócolis juega a favor de los dientes blancos.
Aunque tal vez no se trate de un alimento, el tabaco bien es conocido por causar una coloración extrema en los dientes conforme el paso del tiempo.
Remedios caseros
de igual forma existe una amplia gama de remedios útiles, quizás el más famoso es el lavado de los dientes con bicarbonato de sodio para el blanqueo. Cabe aclarar que esto no se utiliza para la limpieza, simplemente para el blanqueado por lo que en ningún momento sustituye al lavado de dientes común con pasta dental. También hay que puntualizar que el uso frecuente del bicarbonato puede dañar el esmalte de los dientes.
Las infusiones de salvia sirven como blanqueadores caseros desde hace ya varios años, y además de ello ayuda a fortalecer los dientes y mejorar el estado de las encías, gracias a sus propiedades antibióticas que eliminan las bacterias de la boca.
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