Con el paso del tiempo es normal percibir cómo nuestros dientes van cambiando de color para teñirse más oscuros. Y es que a pesar de llevar una buena higiene bucal, la ingesta de productos como el café, las bebidas azucaradas, el vino o incluso fumar un cigarrillo de vez en cuando, inciden negativamente en la presentación de la dentadura.
Aunque consumir cualquiera de estos productos de vez en cuando no representa algún riesgo significativo para nuestra salud dental y en general, los dientes amarillos pueden llevar al desarrollo de problemas sociales, producto de la inseguridad por miedo al rechazo hacia las personas que sufren de ello.
Actualmente, muchos consultorios dentales ofrecen diferentes métodos que nos garantizan obtener una dentadura blanca sin mucho esfuerzo. Las limpiezas profundas o la aplicación de bandas blanqueadoras nos permiten disfrutar de dientes blancos en sesiones únicas que no requieren de mucha inversión de tiempo, aunque sí de dinero, siendo este uno de los principales factores por los que no todas las personas se animan a llevar un tratamiento profesional para solucionar el problema.
Afortunadamente, una dentadura blanca no necesariamente puede conseguirse con el dentista, pues así como existen métodos clínicos para este objetivo, también podemos encontrarnos con uno que otro remedio casero que han demostrado su efectividad para el blanqueamiento de los dientes, significando que la inversión de dinero suele ser mucho más baja, aunque el tiempo para ver resultados podría demorarse hasta incluso por algunas semanas, dependiendo de qué tan perseverantes seamos con estos métodos.
¿Cómo eliminar las manchas de los dientes?
Primero que nada, debemos tener presente que es mejor prevenir que curar. Cuando llevamos buenos hábitos de higiene las manchas de los dientes tienden a aparecer con mayor dificultad, pues los dentífricos en forma de cremas y líquidos (pastas y enjuagues) contienen diferentes compuestos que ayudan a eliminar las bacterias causantes de las manchas, ayudando a mostrar una dentadura mucho más estética.
Cepillarse los dientes tres veces al día, así como utilizar enjuague bucal e hilo dental después de cada lavada es de suma importancia para evitar la acumulación de manchas sobre los dientes.
Sumado a ello, recordaremos la importancia de evitar del uso de ciertas sustancias como el tabaco y el alcohol que además de que su consumo frecuente representa un problema de suma importancia para la salud en general, también ocasionan que los dientes se presenten con tonos más oscuros de lo normal. Al mismo tiempo, otros productos de uso común como los refrescos embotellados, el vino y café también ocasionan manchas sobre nuestros dientes, tal y como ya comentamos anteriormente.
Remedios caseros para dientes blancos
Finalmente, cuando ya no queda mucho por hacer más que recurrir a los remedios de toda la vida, podemos optar por seguir diferentes métodos que a través de los años han demostrado su efectividad para presumir de una salud bucal ejemplar.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es el máximo exponente cuando de limpieza dental natural se habla. Sabemos que este compuesto es utilizado para muchos otros remedios y la razón por la que tiene un efecto positivo, se debe a su poder blanqueador al entrar en contacto con los dientes.
Para usar este método debemos aplicar unos cuantos gramos de bicarbonato de sodio sobre la pasta dental que usamos en cada cepillado. La única diferencia será la de aplicar el compuesto, por lo que la lavada será como las de toda la vida: cepillado, enjuague e hilo.
No obstante, es importante saber que el uso frecuente del bicarbonato de sodio para el blanqueamiento dental resulta contraproducente, ya que puede arrasar fácilmente con el esmalte de los dientes. Dicho esto, nos limitaremos a su para un total de entre dos y tres veces por semana.
Cáscara de plátano
La cáscara de plátano, aunque no es tan efectiva a corto plazo como el bicarbonato de sodio, sí que es mucho más segura, ya que no daña los dientes a pesar de hacer un uso diario de la misma.
La razón por la que la cáscara de plátano funciona se debe al ácido salicílico que ayuda a remover el sarro. También contiene ácido cítrico que actúa como un poderoso blanqueador y, por último tiene una alta concentración de potasio, magnesio y manganeso que contribuyen a la remineralización y fortalecimiento de la dentadura.
Para para este método simplemente debemos retirar la cáscara del plátano y aplicarla directamente, procurando que todos los dientes queden cubiertos con el producto. Una vez hecho esto, dejaremos reposar durante 10 minutos para luego lavar normalmente. Lo más recomendable es hacer esto por temporadas, limpiando por ejemplo en intervalos de un mes.
Podemos usar este remedio todos los días por la noche hasta que obtengamos los resultados esperados. En caso de no contar con plátanos podemos hacer uso de las fresas que tienen una composición similar y que por tanto, también nos serán de gran ayuda.
Infusiones de salvia
La salvia tiene efectos antibacterianos, antioxidantes, astringentes y antiinflamatorias que nos pueden ayudar a tener una mejor higiene bucal y por ende, a tener dientes más blancos. Al mismo tiempo se encargará de mantener una dentadura fuerte y unas encías mucho más sanas, así que en definitiva su uso es bastante recomendado.
Para hacer uso de este método simplemente debemos preparar una infusión, aplicando una cucharada pequeña de salvia seca en 200 ml de agua hirviendo para después dejar reposar por 10 minutos y finalmente colar. Esta la beberemos a medida que se vaya enfriando o incluso podemos hacer gargaros para conseguir un efecto igual.
Cambiar los hábitos alimenticios
Sin embargo, estos remedios sólo representarán una solución temporal si no cambiamos nuestros hábitos alimenticios. Cuando consumimos alimentos procesados o con exceso de condimentos nuestro cuerpo reacciona de manera desfavorable produciendo una mayor cantidad de reflujo gástrico que al subir hasta la boca comienza a dañar la salud dental, además de provocar el oscurecimiento de los dientes.
Seguir una alimentación adecuada nos garantiza una digestión mucho más saludable en la que no encontramos demasiada liberación de reflujo gástrico, incidiendo en la salud de nuestros dientes. Por eso, lo más recomendable es optar por el consumo de frutas y verduras de la temporada, así como carnes blancas. Beber más agua también ayudará a limpiar las toxinas del cuerpo que repercuten en la salud de nuestro organismo en general.
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