El ejercicio es parte fundamental de toda una vida sana y perdurable, sin embargo hay momentos en la vida donde la capacidad física se ve limitada ya sea por una u otra cosa, en este caso, por el embarazo, una etapa en la vida de las mujeres en las que la salud se vuelve más delicada, pues las precauciones para cuidar eficazmente a ese pequeño ser que se lleva dentro, deben ser bastante altas.
¿Pero qué hay con respecto a la parte física?, ¿están las embarazadas destinadas a aumentar de peso no solo por el embarazo en sí, sino por la falta de actividad física? Pues la realidad es que no, e incluso en los primeros meses de esta etapa se recomienda continuar realizando ejercicios, aunque de forma más liviana y con ejercicios específicos para no peligrar la salud. Correr es uno de esos ejercicios, aunque antes de levantarse a darle 30 vueltas a la manzana como se solía hacer antes, hay que tener en cuenta ciertos puntos.
- Bajarle al entrenamiento: Recuerda que estás realizando ejercicio para mantenerte en forma y más que nada, para relajarte un rato, disfrutando de un buen paseo al aire libre, así que no te esfuerces demasiado y olvídate de las competencias, el Fartlek y mucho más del HIIT.
- Pulsómetro: Al correr, siempre debes tener en cuenta que no te debe faltar el aire en ningún momento, pues el feto sufriría la misma experiencia y esto resulta peligroso en pulmones que todavía no se han desarrollado correctamente. Lo mejor en estos casos es contar con un pulsómetro para medir el ritmo aeróbico y procurar que no haya falta de oxígeno.
- Evita caerte: Corre por lugares que conozcan y en el que haya suficiente espacio, pues el aumento en la talla de la barriga, aumenta el centro de gravedad, provocando que las articulaciones sufran más al estar en movimiento, volviéndote vulnerable a las caídas.
- Es muy probable que con el aumento de la postura se vea afectada también, así que deberás tener especial cuidado con este tema a la hora de correr, pues ya conocemos los efectos que se tienen al correr con posturas equívocas. Si buscas apoyo, puedes recurrir a clases de Yoga o Pilates que prevengan esto.
- Nada de obligaciones: Recuerda correr siempre con la mayor comodidad, comprando la ropa deportiva adecuada y realizando la actividad únicamente cuando en verdad lo necesites, y no a manera de un entrenamiento diario como solías hacer antes, o tienes planeado hacer a partir de ahora.
- Evitar el calor: Correr con calor es bastante peligroso, pues mientras nuestros cuerpos están adaptados para compensar el aumento de la temperatura corporal mediante el sudor, el feto es incapaz de hacerlo, y el útero puede convertirse en una bolsa de agua caliente que provocaría hipertermia en el feto.
- No olvides hidratarte, pues aunque se sabe que durante el embarazo se retienen líquidos, es importante beber agua antes y durante el ejercicio (detenerse cada diez minutos para ingerir) y así mantener al feto con plena comodidad
Así que ya lo sabes, estos consejos son bastante prácticos para cualquier embarazada que desee correr, y puede ser la diferencia entre un período de gestación cómodo que resulte en un parto feliz y nuevo bebé para la familia, o uno totalmente diferente en el que se peligren dos vidas.
[note note_color=»#ffffba»]Conclusión: Si no salías a correr antes de estar embarazada, es mejor no empezar ahora; pero si decides hacerlo no te hara daño si lo haces con moderación y cuidado.[/note]
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