El ejercicio cardiovascular es conocido por ser una de las principales alternativas para potenciar la quema de grasas, no obstante, también suele ser uno de los más difíciles de llevar a cabo, al menos para aquellos que se van iniciando, pues la falta de resistencia y sobre todo, de fuerza de voluntad, actúan como los principales detractores al momento de comenzar su práctica.
Por esa razón, te presentamos estos excelentes consejos para empezar a correr, que te ayudarán en tus inicios como Runner.
1. Inicia a paso lento para seguro
Este es quizás uno de los pasos más importantes. En este caso aplica el dicho de “no intentes volar antes de empezar a gatear”, es decir, que evidentemente, la falta de entrenamiento y resistencia no te favorecerán para recorrer grandes distancias a velocidades exageradas. Lo mejor para tu caso es empezar con caminatas durante los primeros días para que el cuerpo se vaya acostumbrando a movilizarse. Sesiones de 15 o 20 minutos son más que suficientes durante esta etapa.
En las semas próximas podrás empezar a trotar ligeramente y con tiempos mayores de hasta 30 minutos. Recuerda que conforme pase el tiempo, deberás ir aumentando la velocidad de tus entrenamientos para seguir progresando.
2. Entrena regularmente, no todos los días
Un grave error que muchos novatos cometen es que creen que deben salir a correr diariamente para poder quemar grasas, no obstante, debido a la falta de costumbre del cuerpo para moverse constantemente y por tiempos prolongados, esto sólo puede ocasionar fatiga y otros malestares. Para evitar ello lo mejor es tomarse un día de descanso entre cada sesión, de manera que los entrenamientos sólo sean llevados a cabo entre 3 y 4 veces a la semana.
3. No te olvides del calentamiento
El calentamiento es un aspecto imprescindible de todo tipo de ejercicios… ¡TODO! Y por ello es que no debe omitirse bajo ninguna circunstancia. Con esto, el cuerpo logra entrar en calor, permitiendo la adaptación de los músculos a movimientos más intensos, logrando disminuir considerablemente la probabilidad de sufrir alguna lesión o retrasando la sensación de cansancio.
4. Programa tu plan de entrenamiento
Recuerda que si bien no hay nada escrito acerca de cuánto se debe correr o en qué momento se debe hacer, es muy importante estructurar un plan de entrenamiento que se adapte a tus necesidades. De esta mañana, no sólo logras administrar tus tiempos para tener una mejor productividad a lo largo del día, sin afectar tu rendimiento en el ejercicio, sino que además podrás tener un control más preciso sobre tus avances, favoreciendo a tener entrenamientos más intensos a través de las semanas.
5. Corre en parejas o grupos
Correr sólo no tiene nada de malo, sin embargo, se ha demostrado que hacerlo acompañado puede ser mucho más beneficioso. Y es que en este caso, la motivación influye considerablemente para poder seguir adelante y no dejar los ejercicios a la mitad.
6. Recuerda hidratarte
La hidratación es indispensable en cualquier momento, pero lo es aún más a la hora de hacer ejercicio, ya que con el sudor expulsado, debido a que la temperatura del cuerpo aumenta, propicia a que se eliminen todos los líquidos retenidos, perdiendo electrolitos y otros minerales de suma importancia como el sodio, potasio y calcio, entre otros. Esto puede causar efectos negativos como la pronta fatiga, y en el peor de los casos, una deshidratación severa con todas las consecuencias que conlleva.
Lo recomendable sería ingerir una buena porción de agua cada 15-20 minutos a lo largo del entrenamiento, para estar seguros de no correr el más mínimo peligro.
7. Concluye de manera progresiva
Al igual que el calentamiento es importante, también lo es el enfriamiento. No obstante, este último se realiza de forma diferente, y en caso de que hayas hecho sprints o trotes moderados, lo más recomendable es que vayas bajando la velocidad progresivamente y te pases al menos 10 minutos caminando antes de concluir.
8. Entrena con música
Si no puedes encontrar a alguien que pueda ayudarte en tus sesiones Running, no te preocupes, que siempre puedes recurrir a la música para olvidarte de pensamientos tan frecuentes como el esfuerzo realizado o peor aún el cansancio. No obstante, debes tener en cuenta que hay de canciones a canciones, así que no cualquier pista musical sirve. Servicios como Spotify, Deezer o Rdio cuentan con playlist programadas para los entrenamientos que te darán ese empujón que necesitas para seguir adelante.
9. Consulta a tu médico
Y por último, pero no menos importante, antes de realizar cualquier tipo de actividad física, es muy importante que consultes con el médico, sobre todo si crees o estás seguro de que padeces de alguna enfermedad que te impida hacer ejercicio a intensidades más altas. Mantener tu salud a salvo es fundamental, y aunque esta no es una práctica que todo mundo acostumbra a realizar, lo mejor es prevenir antes que lamentar.
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