Uno de los secretos del éxito está en obtener los máximos resultados posibles de cada sesión de entrenamiento, lo cual quiere decir, sacar el máximo partido de cada repetición.
Para tener el mejor cuerpo, la fórmula se basa en entrenar inteligentemente, no castigándote con sesiones que te dejen secuelas. Una de las maneras más inteligentes de trabajar tu físico es utilizando técnicas de contracción máxima, que te permitan llegar a altas intensidades.
Si te has desanimado por estancarte en los entrenamientos y necesitas reflotar, sería excelente que incluyas el principio de la contracción máxima en tu entrenamiento. De este modo, tu cuerpo podrá alcanzar su máximo potencial.
Las fases de la contracción máxima
Para que puedas comprender el principio de la contracción máxima, es necesario que tengas en cuenta que muchos ejercicios de entrenamiento de peso que ejecutas en el gimnasio siguen un ciclo de repetición que cuenta con tres fases.
Por citar un ejemplo, durante los curls de bíceps, el movimiento comienza su primera fase con una extensión completa. Tocando los muslos con la barra, extiendes tus dos brazos por completo. El momento en el que comienzas a levantar el peso, los bíceps se acercan a la segunda fase, donde está la contracción media, con la barra a medio camino entre los hombros y los muslos. Por último, la tercera fase es donde aparece la contracción máxima. Aquí levantas el peso por completo hacia los hombros, aprietas por unos instantes los bíceps y mueves inversamente hacia las otras dos fases.
¿De qué sirve cada fase?
Cada una de las fases tiene un propósito diferente al que servir. La primera fase, de extensión completa, contribuye a elongar el músculo. Es una fase donde se aumenta la resistencia y fuerza muscular, dando forma a todas las partes del cuerpo con las que trabajas.
Del mismo modo, la contracción media se encarga de trabajar la parte central de los músculos, dándole un aspecto de mayor desarrollo.
Pero en caso de que necesites un desarrollo completo y rápido de cualquier músculo, entonces debes recurrir a la contracción máxima como tu mejor alternativa. Y como esta fase trabaja tus músculos a una alta intensidad, mirándote al espejo podrás notar excelentes resultados.
Es relativamente fácil aplicar la contracción máxima a ejercicios de curl de brazos y piernas, o de extensiones de piernas, pero puede resultar una tarea un poco más complicada con ejercicios como el press vertical o los jalones frontales. Cualquiera sea el caso, sigue proporcionando resultados de desarrollo impresionantes.
De hecho, en ejercicios que no requieren de una tensión muscular continua (como el press de banca y las sentadillas) también está la posibilidad de ejecutar la contracción extra al finalizar cada repetición.
Cómo conseguir la contracción máxima
Desde hace ya varias décadas, los culturistas formularon el principio de la contracción máxima, debido a que necesitaban obtener el mejor rendimiento posible de cada una de sus sesiones de entrenamiento.
Así, los pioneros del cuidado del cuerpo demostraron que teníamos a disposición una herramienta muy poderosa para desarrollar los músculos. Y hoy en día la contracción máxima no es útil solo para los culturistas: es también una excelente herramienta para cualquier persona que tenga intenciones de mejorar su cuerpo.
Es que se trata de una fase que puede potenciar las extensiones de pierna, los curls, las aperturas con máquina y otros ejercicios símiles. En estos casos la contracción máxima aparece en la parte superior de cada una de las repeticiones. Pero, en casos como los jalones, el remo sentado y gran parte de los ejercicios con tensor, tiene lugar en la parte inferior. De todos modos, el principio de la contracción es el mismo en cualquier caso.
Si quieres saber cómo funciona la contracción máxima, intenta realizando una serie de jalones frontales con este principio. Sujeta la barra con los brazos separados y bájala hasta la parte superior de los pectorales. La contracción máxima se genera bajando la barra por completo, contrayendo los músculos durante dos segundos y volviéndola a levantar.
Si bien los pullovers con mancuerna son excelentes estirando los pectorales y dorsales en cada repetición, también se destacan por promover la contracción máxima de los pectorales. ¿Cómo lo hacen? Al levantar las mancuernas por encima de la cabeza y dirigiendo hacia los pectorales, puedes ejercer un esfuerzo especial apretando los pectorales y los dorsales cuando se contraen. Resiste por dos segundos y baja el peso para arrancar otra repetición.
Los beneficios de la contracción máxima
Tanto esfuerzo tiene equivalentes recompensas. Como maximiza el potencial de cada sesión de entrenamiento, es un principio que puede formar, fortalecer y endurecer óptimamente a los músculos. Y cuando se aplica a los músculos rebeldes, obtiene resultados insuperables, mejor que cualquier entrenamiento.
Para ejemplificar, si te encuentras trabajando con el objetivo de conseguir unos excelentes abdominales, pero se resiste la última grasa de capa, con la contracción máxima puede ayudarte a que hipertrofies lo necesario como para que superes ese obstáculo final sin mayores problemas. Contraer al máximo tras cada repetición hará que la forma de tu región abdominal esté cargada por completo.
Del mismo modo, hay entusiastas del fitness que quieren dosificar sus dorsales. En su caso, la contracción máxima les permite conseguir un aspecto musculado y definido. Contraer por completo estos músculos puede romper los límites hacia el desarrollo de la zona dorsal.
Eso sí, hay que apuntar que no se puede utilizar el principio de contracción máxima en cualquier momento ya que puede llevar al sobre-entrenamiento. Lo ideal es combinar entre distintas técnicas de alta intensidad intercambiándolas cada cierto lapso y entrenando algunas temporadas sin utilizarlas.
Prueba durante 30 días el principio con una forma estricta, dando importancia al movimiento, no al peso y evalúa los resultados obtenidos. De hacer todo correctamente, deberías poder observar resultados, pero recuerda acompañar con una dieta adecuada y constante disciplina.
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