Una de las creencias más comunes acerca de las dietas para adelgazar es que estas se caracterizan por seguir una alimentación escasa en el que el hambre y la ansiedad forman parte de la vida diaria de las personas que buscan tener un mejor cuerpo, lo que resulta en una premisa completamente falsa y que es la principal responsable por la que es tan complicado seguir un régimen en el que la buena alimentación es el pan de cada día.
Antes de continuar con el tema mencionado en el título, es importante aclarar que este tipo de dietas, es decir aquellas en las que se restringen casi en su totalidad el consumo de cualquier tipo de alimentos, no son para nada recomendables debido al déficit de nutrientes al que el cuerpo se somete, pues al no consumir alimentos, la falta de nutrientes necesarios para el organismo se hace presente, junto con todos los problemas que ello acarrea. Y si bien es cierto que este tipo de “dietas milagrosas” o “dietas rápidas” parecen funcionar, la verdad es que los resultados que con ellas se obtienen distan mucho de ser benéficos para el cuerpo. ¿Por qué? Simplemente porque el porcentaje de grasa eliminado es muy reducido, en comparación con la cantidad de líquidos, masa muscular y otros tejidos que también son eliminados durante el tiempo en el que se sigue el régimen. Es por esa razón que como siempre hemos destacado en MiPielSana, no es lo mismo quemar grasas que perder peso o adelgazar.
¿Entonces qué debo hacer para quemar grasas de forma efectiva?
La respuesta es tan simple y predecible para muchos: comer más sano y hacer ejercicios de forma regular. Sin embargo, resulta más fácil decirlo que hacerlo, pues cambiar los hábitos alimenticios de la noche a la mañana requiere de una fuerza de voluntad inmensa que no muchos están dispuestos a obedecer, y no precisamente por la debilidad a la hora de elegir los alimentos a consumir diariamente, sino porque la mente y el cuerpo ya han sido acostumbrados a tipos de comidas especificas con los cuáles sentir esa sensación de saciedad y satisfacción.
Por eso mismo, ante esta situación, lo ideal es ir adoptando nuevas formas de comer, prolongadamente, empezando por la sustitución de ciertos alimentos chatarra por otros más saludables o mejor aún, evitándolos por completo, especialmente si estos tienden a consumirse entre las comidas más importantes del día. Vamos, que hacer esto no es tan complicado, ya que nada te impide hacer otras actividades para distraer la mente cuando el apetito a destiempo se hace presente.
Si a pesar de todo, te sigue resultando imposible, prueba en bajar o eliminar por completo estos alimentos que a continuación se te presentan. Haciendo esto podrás reducir tu ingesta calórica diaria de manera significativa, que a la larga te llevará a obtener resultados visibles sin siquiera haber hecho un esfuerzo mayor, ni pasar hambre o sufrir de ansiedad.
Fritos y refritos
Los alimentos fritos absorben una cantidad de aceite impensable, especialmente aquellos de textura blanda. Para darse una idea, una porción pequeña de papas a la francesa de McDonald’s aporta hasta 400 calorías de grasas saturadas y carbohidratos simples que provocan una mayor producción de insulina, propiciando a la acumulación de grasas, así como la elevación de los niveles de colesterol malo en la sangre.
Rebosados
Los rebosados, además de ser alimentos que se preparan a través del método de freído, también son bañados con huevo, lo que aumenta aún más la absorción de aceite y hasta el doble de calorías que un frito normal.
Alimentos congelados
Aunque este tipo de comidas resulta útil para sacarse del apuro en cualquier momento, lo cierto es que su valor nutricional es demasiado pobre en comparación a los alimentos que podemos preparar de manera natural en casa, pues no aportan proteínas, tienen conservadores artificiales e incluso una buena porción de grasas trans que resulta mucho más perjudiciales para el organismo.
Cafés preparados
El café por sí mismo es uno de los alimentos que más beneficios aporta a la salud, ya que contiene una alta cantidad de antioxidantes que nos ayudan a retrasar los signos del envejecimiento, mejorar la salud de los tejidos y el sistema inmunulógico, etc. No obstante, al complementarse con producos lácteos como la leche y cremas, así como endulzantes artificiales y otros aditamentos que son muy comunes encontrar en las tiendas de café como Starbucks, pierden completamente sus propiedades, volviéndose no más que una simple bebida cargada de azúcares y una bomba de calorías que no son nada buenas para seguir en tu plan quemagrasas.
Como bien dicen por ahí, el café debe tomarse negro, puro y caliente.
Comida rápida
En este caso es necesario puntualizar que la comida rápida que encontramos en restaurantes como KFC, McDolnalds, etc, es precisamente la que debe ser evitada, pues ciertamente, existen recetas saludables hechas a base de vegetales y carnes magras, principalmente, que pueden prepararse en menos de 30 minutos y que tienen un valor nutricional elevado.
Carnes frías y embutidos
Se ha demostrado que las carnes frías o embutidos de las marcas más comerciales se preparan normalmente con los restos de los animales que no suelen utilizarse para preparaciones más gourmet. Debido a ello tienen un valor biológico demasiado bajo que su consumo frecuente ocasiona perjuicios poco agradables para la salud.
Además de ello también aportan grandes cantidades de sal, que tiene un fuerte impacto en la acumulación de líquidos y que puede llevar al desarrollo de la hi0pertensión.
Barritas energéticas
Quizás en algún momento te haya parecido buena idea comerte un par de barritas energéticas para pasar el hambre y así ahorrarte un par de calorías que te aportaría la comida chatarra. Un error bastante común y del que no muchos toman consciencia, pues estas barritas están hechas en su mayoría por alimentos de alto índice glucémico que elevan notablemente los valores de azúcar en el torrente sanguíneo, propiciando a una mayor acumulación de grasas, especialmente si estas energías consumidas no se utilizan de manera inmediata.
Cereales para el desayuno
Nada más rico y balanceado que una taza de cereal con leche para iniciar el día, ¿verdad?.
¡COMPLETAMENTE FALSO!, y es que los cereales de caja se caracterizan por incluir una gran cantidad de azúcares, que al igual que las barritas energéticas, propician a subir los niveles de glucosa (azúcar en la sangre) y todos los problemas que ello acarrea. Es cierto que existen otros cereales más saludables, por lo que siempre se debe prestar atención a las etiquetas para conocer la información nutrimental de los productos que compramos.
Como nota final
Recuerda que si quieres hacer grandes cambios en tus hábitos alimenticios, lo mejor es hacerlo de manera progresiva para ir adaptando al cuerpo a dichas fluctuaciones, pues de lo contrario, muy posiblemente termines tirando la toalla a las pocas semanas, que es precisamente eso a lo que llevan las dietas milagrosas que prometen resultados notorios en poco tiempo.
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